Vendedores ambulantes de Puerto Peñasco se manifiestan tras Semana Santa

Un nutrido grupo de vendedores ambulantes de las zonas de playa, malecón y tianguis se manifestó este lunes en el Palacio Municipal para expresar su inconformidad por lo que consideran una falta de control en la asignación de permisos para ejercer el comercio durante la temporada de Semana Santa. Acusan que se han liberado demasiados nuevos permisos sin orden ni regulación, lo que ha generado una fuerte competencia desleal, afectando especialmente a quienes cumplen con los lineamientos establecidos por las autoridades.
Daniel Álvarez, uno de los voceros del grupo, denunció que algunas personas que en administraciones pasadas fueron retiradas por actos violentos y conductas inapropiadas, han sido reincorporadas con permisos nuevos, lo que causa malestar entre los vendedores que sí se apegan a las reglas. Mencionó casos específicos de agresiones con armas blancas y amenazas a turistas. Asimismo, criticó la falta de presencia de inspectores durante los días más concurridos, dejando a los comerciantes sin respaldo institucional ante conflictos.

Mercedes Brito, representante del área del Malecón, expuso el caso de una carreta que fue reinstalada pese a tener antecedentes de violencia. Denunció que esta unidad, de grandes dimensiones, ha causado molestia entre comerciantes y visitantes, y señaló directamente al inspector Jonathan por presuntos actos de favoritismo hacia esa familia. “A ellos todo se les permite, mientras que a los demás se les exige cumplir con todo”, aseguró. Agregó que también se han recibido quejas por los altos precios que manejan en ese punto.
Víctor Ramírez Octaviano, comerciante de Playa Hermosa, fue enfático en solicitar la intervención del presidente municipal. “No pedimos mucho, solo que se respete el reglamento. Si no hay respuesta, vamos a movilizarnos con más fuerza”, afirmó. Denunció además que en Casa Blanca se otorgó un permiso para renta de sombrillas a una persona externa que no respeta los límites establecidos, lo que ha afectado directamente a su hijo, quien tiene discapacidad auditiva y del habla. “Mi hijo sí respeta el reglamento, carga sus sombrillas por toda la playa para trabajar dignamente, mientras el otro charolea alimentos y bebidas sin restricciones. Eso no es justo”, expresó. Los manifestantes reiteraron su respeto por el Ayuntamiento y el presidente municipal, y pidieron que se les escuche con justicia para mantener el orden en las zonas turísticas.