¿Por qué los hombres no hablan de su salud mental?
El tema de la salud mental ha tomado fuerza en los últimos años, especialmente después de la pandemia de COVID-19, pero a pesar de esto, pareciera que la salud mental para los hombres sigue siendo un tema silenciado en la sociedad.
Algunos datos, investigaciones y testimonios, apuntan que la salud mental masculina enfrenta una serie de barreras culturales, sociales y estructurales que podrían dificultar su atención.
Por muchas décadas, se promovió un modelo de masculinidad que valora la fortaleza, el autocontrol, la autosuficiencia y el silencio emocional. Incluso The Cure tiene una canción que se enfoca en esto “Boys Don’t Cry” lo que ha contribuido de alguna forma a que los hombres supriman sus emociones desde niños, y eso bloquea o limita su desarrollo emocional, lo que podría llevarlos a un camino de ansiedad, depresión, irritabilidad, o hasta conductas de riesgo.
La falta de atención a la salud mental en los hombres, a sido un factor relevante en que las tasas de suicidio sean más altas para ellos, en casi todos los países, a pesar de qué las mujeres son diagnosticadas de una forma más frecuente con algún trastorno como la depresión, la estadística sugiere que hay un sufrimiento no atendido o ni siquiera visado en la población masculina.
Por ejemplo, una depresión podría mostrarse “enmascarada” que a veces la demuestran a través de enojo, abuso de sustancias o aislamiento.
El abuso de alcohol y drogas es más común en hombres, y es que puede ser su puerta de salida a sus emociones.
¿Cómo podemos comenzar a hablar del tema?
También debemos hablar sobre la presión social que existe sobre ellos, pues desde siempre han cargado con la expectativa de ser un proveedor único y de no fallar, por lo que pudieran tener una carga emocional más allá de lo imaginable.
El asunto es que ya hay señales de qué los hombres están comenzando a cuestionarse esos roles tradicionales y buscan herramientas para conectar con sus emociones. Cada vez un poco más frecuente, escuchar que se acercan a un proceso terapéutico, a clases de meditación, a círculos de hombres en los que los orientan sobre el manejo de sus emociones o incluso practicar un deporte para canalizar las emociones reprimidas.
Cabe señalar que es muy importante entender que atender la salud mental, no es un signo de debilidad, sino de valentía y madurez. Pero también implica un gran paso, el aceptar que las cosas pueden cambiar y se puede vivir diferente.
