¿Por qué celebramos “Las Mañanitas” a la Virgen de Guadalupe?

Cada 12 de diciembre, millones de personas en México y en distintos países se reúnen para cantarle “Las Mañanitas” a la Virgen de Guadalupe, una de las tradiciones más arraigadas del país. Este acto no solo es una muestra de fe, sino también un símbolo cultural que une a comunidades enteras.
La tradición se realiza en la víspera del festejo, durante la madrugada del 11 al 12 de diciembre, cuando peregrinos, familias y grupos musicales llegan a la Basílica de Guadalupe o a iglesias locales para rendirle homenaje a la “Morenita del Tepeyac”.
¿Cuál es el origen de esta costumbre?
Cantar “Las Mañanitas” a la Virgen comenzó como un gesto de cariño y devoción popular. Con el paso de los años, se volvió un ritual nacional, impulsado por:
- La profunda devoción guadalupana en México, ligada a las apariciones de 1531 y al papel de la Virgen como símbolo de identidad.
- El deseo de celebrar su cumpleaños espiritual, ya que el 12 de diciembre se conmemora su última aparición a Juan Diego.
- La tradición musical mexicana, donde las serenatas son una forma de expresar afecto, agradecimiento o petición.
Un homenaje lleno de música y fe
Actualmente, artistas reconocidos, mariachis y miles de fieles participan en la serenata. Para muchos, cantar “Las Mañanitas” es una manera de:
- Agradecer favores recibidos
- Pedir protección
- Cumplir una manda
- Mantener viva la tradición familiar
Más que una serenata
Las Mañanitas a la Virgen se han convertido en un evento que mezcla religión, cultura, tradición e identidad mexicana. Es uno de los momentos más emotivos del calendario nacional, donde la música se transforma en un puente entre generaciones.




