Cultura

Los mejores panes de muerto de México: los imperdibles de este 2025

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Los mejores panes de muerto de México: los imperdibles de este 2025

Cada octubre, el aire en México comienza a oler distinto: a azahar, mantequilla, naranja y recuerdos. Es la antesala del Día de Muertos, y con ella llega una de las tradiciones gastronómicas más queridas del país: el pan de muerto. Más que un alimento, es un símbolo de amor y memoria, un puente entre vivos y difuntos que se hornea con esmero en panaderías de todo el país. Pero, ¿dónde se hacen los mejores panes de muerto de México?

Ciudad de México: entre lo clásico y lo gourmet

En la capital, la competencia es feroz y deliciosa. Desde las panaderías tradicionales hasta los espacios de alta repostería, cada año los chilangos hacen filas para conseguir el suyo.

  • Panadería Rosetta (Colonia Roma), dirigida por la reconocida chef Elena Reygadas, es considerada un referente nacional. Su pan de muerto es delicado, con una textura esponjosa y un sutil aroma a flor de azahar que conquista hasta a los más exigentes.
  • La Ideal, una de las panaderías más antiguas del Centro Histórico, conserva la receta clásica con mantequilla y azúcar espolvoreada. Es el pan que sabe a infancia y tradición.
  • En la Condesa, Costra ofrece una versión más contemporánea, con fermentación natural y mantequilla artesanal que realza cada bocado.

Puebla: el arte de combinar tradición y rellenos

En Puebla, el pan de muerto tiene personalidad propia. Aquí no solo se respeta la receta tradicional, sino que también se reinventa.

  • En La Espiga, fundada hace más de 80 años, los panes se elaboran con masa madre y ralladura de naranja, logrando un sabor profundo.
  • Mientras tanto, en La Gran Fama, famosa por sus dulces típicos, el pan de muerto se ofrece relleno de crema pastelera o nata, una combinación irresistible.

Michoacán: esencia purépecha en cada pan

Michoacán es uno de los estados donde la celebración del Día de Muertos tiene mayor fuerza, especialmente en la región del Lago de Pátzcuaro. Su pan también cuenta historias.

  • En Tzintzuntzan y Pátzcuaro, los panes de muerto son distintos: se elaboran en hornos de leña y se decoran con caritas, flores o cruces de masa, representando a los difuntos.
  • En Morelia, la panadería Panoli mezcla tradición y técnica moderna con versiones rellenas de chocolate artesanal o cajeta michoacana.

Oaxaca: pan con alma de ofrenda

En Oaxaca, el pan de muerto se convierte en una verdadera obra de arte.

  • Los llamados “panes de yema” o “panes de ofrenda” son grandes, de color dorado intenso y con decoraciones hechas a mano que representan al alma del difunto.
  • En Mitla y Etla, los hornos comunitarios aún se encienden con leña y las familias hornean juntas, compartiendo pan y copal.
  • En la capital oaxaqueña, Boulenc ha logrado unir tradición y tendencia, con su versión de pan de muerto con mantequilla francesa y ralladura de naranja.

Yucatán: una versión con toque maya

Aunque menos conocida, la versión yucateca también merece mención.

  • En Mérida, el pan de muerto tiene un toque local gracias al uso de anís y manteca, y se acompaña con chocolate o café de olla. Panaderías como El Retorno y Tere Cazola preparan versiones que se han vuelto símbolo del sur del país.