Fue aprobada la Ley de Aguas con 68 cambios que se acordaron con los campesinos
En el Senado de la República se aprobó con dispensa de trámites una nueva ley general de aguas con 68 cambios, el objetivo es garantizar este vital líquido como derecho humano y eliminar la posibilidad de qué el recurso sea mercantilizado.
Luego de su aprobación en lo general se presentaron 25 reservas, pero algunas fueron retiradas y es que hasta el último minuto de la discusión. Los partidos de oposición intentaron realizar modificaciones, pero la mayoría oficialista rechazó los mismos.
La cámara alta aprobó en lo general con 85 votos a favor y 36 en contra la nueva ley general de aguas, luego de qué la Cámara de Diputados la aprobó alrededor de las 14:10 horas y la minuta fue recibida en el Senado a las 16:21 horas.
En el pleno hubo una guerra de carteles, pues los priístas colocaron letreros donde acusaban a morena de traicionar a los campesinos, mientras que de lado guinda se posicionaron en contra de la comercialización del agua.
Después, la senadoras del pan desplegaron una manta con la frase Expropiar el agua es condenar al campo a la pobreza, a la falta de alimentos para el pueblo”
Ricardo Anaya, alertó que el campesino no podría vender su parcela con una concesión y transmitirla, moción que fue negada por Adán Augusto, pues reitero que el nuevo propietario conservará los derechos sobre la explotación, uso o aprovechamiento del recurso.
La bancada blanquiazul acusó que esta es una decisión unilateral del gobierno. Entre los puntos más relevantes están las restricciones a la transmisibilidad de concesiones y asignaciones, y que sólo habrá resignación en caso de compraventa de propiedad, herencia o fusiones y se deberá de resolver en un máximo de 20 días hábiles.
También se establece que la venta de tierras agrícolas no será considerada cambio de uso si permanecen en actividades agropecuarias o agrícolas. Las penas por traslado ilegal de agua van de tres meses de presión, hasta los 14 años, en caso de tratarse de funcionarios.
La Conagua deberá implementar un programa para prevenir concentraciones excesivas de líquido.
