Basílica de Santa María la Mayor, la última morada del Papa Francisco

La basílica de Santa María la Mayor es uno de los templos más antiguos y venerados de Roma y ahora se ha convertido en el símbolo de la espiritualidad del Papa Francisco.
Luego de haber sido dado de alta del hospital, el pasado 23 de marzo, Jorge Mario Bergoglio hizo una visita a este recinto para entregar flores a la virgen.
El sacerdote Juan Pablo Durán, relató que el Pontífice siempre asistía a esa basílica, ya fuera antes de irse de viaje o en cualquier otro momento.
“De camino al aeropuerto, siempre paraba aquí. Quitaban el tráfico para que él pudiera venir unos minutos, dejar flores, rezar por sus viajes… hizo más de 100 viajes internacionales, fue lugares donde ningún otro papá había ido” recordó.
Fue el pasado 12 de abril, cuando en medio de su convalecencia, Francisco volvió a arrodillarse ante el icono bizantino de la virgen María, que al parecer fue pintado por el evangelista Lucas sobre un fragmento de la mesa, donde Jesús celebró la última cena.
“Esta es la única iglesia dedicada a la virgen María. El Papa tenía una devoción muy especial por ella. Yo creo que por ser latino, por esa conexión que tenemos con la virgen en nuestra alma. Esta imagen, Salus Populi Romaní, es como si fuera la Guadalupe de Roma” declaró.
Dentro de sus muros Santa María, la mayor guarda también maderos que de acuerdo a las lecturas fueron parte del pesebre donde nació Jesús. Pronto, resguardará también el cuerpo de Francisco, quien se unirá a otros siete Pontífice, que reposan ahí:
- Pío V
- Clemente IX
- Sixto V
- Clemente VIII
- Nicolás IV
- Honorio III
- Pablo V
El templo ya se prepara para acompañar al papás Francisco, en su último viaje.