La tos ferina, también conocida como pertussis, es una enfermedad infecciosa aguda y altamente contagiosa de las vías respiratorias altas, causada por la bacteria Bordetella pertussis. Se caracteriza por episodios de tos violenta y espasmódica que pueden provocar sensación de asfixia y, en ocasiones, un sonido agudo durante la inspiración, conocido como “gallo” o estridor inspiratorio. Esta enfermedad es especialmente peligrosa en niños menores de cinco años, y las complicaciones pueden incluir afectaciones al sistema nervioso y al miocardio.
Recientemente, México ha experimentado un aumento significativo en los casos de tos ferina, alcanzando casi 300 infectados en lo que va del año, incluyendo el lamentable fallecimiento de un bebé de un mes y medio. Las entidades más afectadas son Ciudad de México, Nuevo León, Chihuahua, Aguascalientes y Estado de México. Este repunte se atribuye a la disminución de la vacunación durante la pandemia y al incremento del movimiento antivacunas.
¿Qué podemos hacer en caso de presentar síntomas?
El Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica ha emitido una alerta, instando a los hospitales a reportar y monitorear posibles casos. Se enfatiza la importancia de seguir los esquemas de vacunación, especialmente en bebés y mujeres embarazadas, ya que la vacunación es la medida más efectiva para prevenir la enfermedad. Además, se recomienda acudir al médico ante la aparición de síntomas graves, dado que la tos ferina puede tratarse con antibióticos y, en casos necesarios, oxígeno suplementario.
La situación actual es motivo de preocupación para las autoridades sanitarias mexicanas, quienes buscan intensificar la vigilancia y evaluar las estrategias de vacunación para contener la propagación de la enfermedad y proteger a la población más vulnerable.