El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha decidido aplazar hasta el 2 de abril la imposición de aranceles del 25% sobre los automóviles provenientes de México y Canadá. Esta medida se tomó tras conversaciones con los principales fabricantes de automóviles estadounidenses —General Motors, Ford y Stellantis—, quienes están profundamente integrados en el mercado norteamericano.
Los aranceles, que buscan presionar a México y Canadá para que reduzcan el tráfico de fentanilo, han sido temporalmente pospuestos para evitar desventajas económicas derivadas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC). Esta noticia ha provocado un alza en los valores de los fabricantes de automóviles en Wall Street.
Además, Trump ha discutido con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, acusándolo de usar el asunto para beneficios políticos y de tener políticas fronterizas débiles que han contribuido a problemas de fentanilo e inmigración ilegal en EE.UU.
En respuesta a la amenaza de aranceles, México ha intensificado sus esfuerzos contra el narcotráfico. Recientemente, en Sonora, se detuvo a un hombre que transportaba 32 kilos de fentanilo ocultos en un cargamento de nopales, con un valor de más de 6.5 millones de dólares. Estos operativos reflejan la crisis de salud en EE.UU. y la relación tensa con México.
La prórroga de los aranceles otorga a México y Canadá tiempo adicional para abordar las preocupaciones de Estados Unidos, mientras se mantienen las negociaciones para evitar una guerra comercial que podría afectar significativamente a las economías de la región.