A partir del 4 de marzo de 2025, Estados Unidos ha implementado aranceles del 25% a una amplia gama de productos importados desde México. Esta medida, impulsada por la administración del presidente Donald Trump, busca presionar a México en temas relacionados con el tráfico de drogas y la migración.
Los productos mexicanos más afectados por estos aranceles incluyen:
- Automóviles y autopartes: La industria automotriz mexicana, que exporta una gran cantidad de vehículos y componentes a Estados Unidos, enfrentará costos adicionales significativos.
- Productos agrícolas: Alimentos como aguacates, tomates ‘cherry’ y otros productos frescos verán incrementos en sus precios debido a los nuevos aranceles.
- Bebidas alcohólicas: Exportaciones de cerveza y tequila podrían encarecerse, afectando tanto a productores mexicanos como a consumidores estadounidenses.
- Electrodomésticos y electrónicos: Productos como pantallas y refrigeradores fabricados en México podrían experimentar aumentos de precio en el mercado estadounidense.

Estos aranceles no sólo impactarán a los exportadores mexicanos, sino que también podrían repercutir en los consumidores estadounidenses, quienes enfrentarán precios más altos en estos productos. Además, se anticipa que sectores como el automotriz y el agrícola en México podrían sufrir pérdidas de empleo y una disminución en su competitividad internacional.
En respuesta, el gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha anunciado que implementará medidas arancelarias y no arancelarias a partir del próximo domingo. Estas acciones buscan contrarrestar el impacto de las tarifas estadounidenses y proteger la economía nacional.

La situación actual plantea desafíos significativos para la relación comercial entre México y Estados Unidos, generando incertidumbre en los mercados y afectando a diversas industrias en ambos países.