La noche del miércoles 29 de enero, se produjo una trágica colisión aérea en Washington D.C. entre un avión comercial y un helicóptero militar sobre el río Potomac. Las autoridades han confirmado que las 67 personas a bordo de ambas aeronaves fallecieron en el accidente
El avión, un Bombardier CRJ-700 operado por American Eagle, filial de American Airlines, procedía de Wichita, Kansas, y se aproximaba al Aeropuerto Nacional Ronald Reagan. Durante la maniobra de aproximación, impactó con un helicóptero militar UH-60 Black Hawk que transportaba a tres soldados.
Entre las víctimas se encontraban 14 atletas, entrenadores y familiares relacionados con el patinaje artístico, quienes regresaban de un campamento de alto rendimiento celebrado tras un campeonato en Wichita. La comunidad del patinaje se encuentra de luto por esta pérdida.
Las operaciones de rescate se han visto dificultadas por las bajas temperaturas y los fuertes vientos en la zona. John Donnelly, jefe del Servicio de Emergencias de Washington, indicó que las condiciones extremas prolongarán las labores durante varias horas.
Las causas de la colisión aún están bajo investigación. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha culpado a sus antecesores demócratas, Barack Obama y Joe Biden, por rebajar los estándares de calidad del control aéreo al aplicar políticas de diversidad, igualdad e inclusión en el sector público, aunque no ha presentado pruebas que respalden sus afirmaciones.
La comunidad nacional e internacional espera con expectación los resultados de la investigación para esclarecer las circunstancias que llevaron a esta tragedia.