En los últimos años, el género gótico se ha ganado el cariño de los espectadores del séptimo arte, ya que sus películas tienen una ambientación lúgubre, oscura y de terror, pues se combinan historias sobrenaturales o relacionadas con la muerte.
Esto se ha podido captar por el remake de Nosferatu, que es una película basada en la cinta de 1922, y cuenta la historia del conde Orlok, un vampiro que desea atrapar a Ellen Huttler, una joven con la que tiene una conexión mística.
Recordemos que esta fue la primer película que se hizo hablando sobre vampiros, y en este momento se considera una película gótica moderna, ya que cumple con las características mencionadas. Y aparte utiliza la tecnología del siglo XXI, para modernizarla y llegar a nuevas generaciones.
Los críticos de cine la han calificado como imperdible, ya que realmente cumple con las características que captan la atención de los espectadores.