Durante su mandato, cambió la relación de Washington con América Latina. Fue el 39º presidente de Estados Unidos entre 1977 y 1981.
Evitó cualquier conflicto militar, incluso ante los desafíos internacionales de la Guerra Fría, y supo impulsar un acuerdo de paz en medio oriente. Su administración inició ante la crisis de escándalo Watergate.
Carter nombró a más negros y latinos en su gabinete, que todos sus antecesores y hasta emitió una orden ejecutiva, que otorgaba amnistía a los invasores de la conscripción para la guerra de Vietnam y empezó a alertar sobre los peligros del calentamiento global, convirtiéndose en pionero de este tema.
Firmó un tratado de reducción de armas nucleares con la entonces Unión Soviética, logró la paz entre Israel y Egipto, con el acuerdo de Camp David y devolvió la administración del canal de Panamá a ese país.
A pesar de esto, los problemas domésticos y una crisis de rehenes se irán debilitaron su poder y fue el primer presidente de Estados Unidos en perder una reelección de ese Herbert Hoover en 1933.
Incluso con este factor, siempre mantuvo una gran proyección internacional, pues su trabajo se enfocó en derechos humanos, igualdad y protección ambiental, lo que le valió galardones como el Premio Nobel de la Paz en 2002.
Superó el cáncer y en noviembre de 2023, se quedó viudo, ya que su esposa Rosalynn perdió la batalla contra esa misma enfermedad, después de haber estado bajo cuidados paliativos.
Sabe señalar que Jimmy Carter ha sido considerado el mejor presidente de Estados Unidos en los últimos tiempos.