La urbanización y la explosión demográfica en la zona conurbada del Estado de México ha traído como consecuencia la construcción desmedida de predios e inmuebles que afectan zonas naturales de la megalópolis.
En los últimos meses vecinos de Lomas Verdes han sufrido la deforestación de varias hectáreas que antes eran consideradas “pulmones” y reservas naturales y ahora han sido arrasadas por constructoras que planean formar nuevos complejos habitacionales en lugares donde el agua ya no es suficiente.
Ocurrió a inicios de año en el paraje conocido como “El cerrito”, donde ahora el panorama es desolador, pues se terminó con toda la vegetación de la zona, la cual está en preparación para iniciar un complejo conocido como “Terralago” cercano a la presa Madin.
Ahora ocurre lo mismo entre Lomas Verdes 1 sección y Praderas de San Mateo, en una paraje llamado “La Luna” y el proyecto “Privada de Lomas Verdes” pues sin un previo consenso entre vecinos y autoridades, comenzó la limpia y derribo de cientos de árboles, los cuales brindan oxígeno y espacios verdes a las comunidades.
Además, las construcciones se han iniciado en lugares que se encuentran bajo estudio del Servicio Sismológico de la UNAM, pues en mayo y junio se registraron microsismos, los cuales provocaron temor entre los vecinos de Praderas de San Mateo, quienes reportaron cuarteaduras en sus hogares y detonaciones.
Sumado al impacto ambiental, está una grave crisis hídrica, pues Naucalpan ha registrado problemas de sequía y falta de líquido por el crecimiento desmedido de unidades habitacionales, sin mencionar que la movilidad de la Avenida Lomas Verdes se encuentra colapsada, pues en horas pico, es imposible el tránsito por la zona.
Hasta el momento, las autoridades del municipio no han aclarado la magnitud del impacto ecológico por la deforestación de los últimos espacios verdes.