Este jueves se llevará a cabo el festejo que cada año se realiza en Estados Unidos y Canadá para celebrar el encuentro de los colonialistas ingleses y las tribus nativo americanas.
Se dice que esta celebración en particular es muy rica en leyendas y simbolismo, ya que como parte del festín se debe hornear un pavo, así como pan, papas, arándanos y un postre de pastel de calabaza.
De hecho, esta es la semana considerada de mayor demanda, entre los viajeros, por lo que aeropuertos, terminales de trenes y de autobuses, se saturan, ya que los estadounidenses buscan reunirse con sus familias mucho más que en Navidad.
Anteriormente, en Nueva Inglaterra se acostumbraba a celebrar Thanksgiving regularmente y se enfocaban en oraciones para agradecer a Dios por las bendiciones, así como la victoria militar que los Estados Unidos tuvo después de una sequía de triunfos.
En 1798 está fiesta se institucionalizó como el Día Nacional de Acción de Gracias en la Constitución, por parte del Congreso de ese país, medida que los habitantes sureños de Estados Unidos tardaron en adoptar y de hecho no se convirtió en un día oficial hasta que los norteños dominaron el gobierno federal, incluso se desataron algunas tensiones a la mitad del siglo XIX, relata una revista popular llamada Godey’s Lady’s.
Por lo que su editora, Sarah Josepha Hale, hizo una campaña para que este día se promoviera como un un motivo de Unidad en el país, y fue el presidente Abraham Lincoln quien le dio su apoyo total, por lo que el 3 de octubre de 1863, durante la guerra civil, Lincoln proclamó el Día Nacional de Acción de Gracias para celebrarse el último jueves de noviembre.