En las últimas horas, el presidente de Argentina, Javier Milei, ordenó la cancelación de las pensiones de privilegio que percibía la exmandataria Cristina Fernández de Kirchner. La decisión implica el cese de dos asignaciones: la pensión de su esposo fallecido, el expresidente Néstor Kirchner, y la pensión correspondiente a su propio cargo como expresidenta, lo que representa un ahorro de 21.827.624 pesos para el país.
En conferencia de prensa en la Casa Rosada, el vocero presidencial, Manuel Adorni, explicó que estas pensiones se otorgan excepcionalmente en Argentina como reconocimiento al mérito y al buen desempeño en el cargo. Sin embargo, Fernández de Kirchner fue condenada por la Cámara de Casación Penal en la Causa Vialidad por administración fraudulenta, motivo por el cual se ha revocado su derecho a recibir estas asignaciones.
Adorni también criticó el sistema de pensiones para exmandatarios, calificándolo como un “privilegio que no debería existir en Argentina” y señalando que, bajo la administración de Milei, no se destinarán fondos públicos a ninguna persona condenada por corrupción. “Es inaceptable que quienes han sido encontrados culpables de delitos contra el Estado continúen recibiendo beneficios del mismo,” subrayó.
Además, el gobierno de Milei ha anunciado el cierre del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA), justificando que esta entidad duplicaba funciones con la Subsecretaría de Recursos Hídricos. Esta medida busca optimizar la administración pública y reducir gastos innecesarios.
Cristina Fernández enfrenta una sentencia de seis años de prisión y la inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos debido a delitos de administración fraudulenta contra la administración pública. Si esta sentencia es confirmada, la exmandataria quedará definitivamente excluida de cualquier proceso de elección popular en Argentina.