Este domingo fue asesinado Alejandro Arcos Catalán, alcalde de Chilpancingo, después de una semana de haber asumido el cargo.
Tan sólo el jueves 3 de octubre, el edil apareció en medios de comunicación locales, debido al asesinato de su secretario General en el Ayuntamiento, Francisco Tapia, que fue tiroteado en una calle del centro de la ciudad.
Tapia llevaba tres días como servidor público, por lo que Alejandro Arcos pedía el apoyo y la protección por parte de las autoridades estatales para él, y para su equipo de trabajo, pues Chilpancingo se ha convertido en uno de los lugares más pobres y olvidados de nuestro país, con un incremento espiral de violencia y descomposición social.
La muerte de Arcos fue confirmada por el presidente del PRI, Alejandro Moreno y medios locales apuntaron que el alcalde fue decapitado, por lo que su cabeza apareció a media tarde sobre el techo de una furgoneta blanca con el resto del cuerpo en el asiento del conductor.
Alejandro Arcos había pasado la mañana del domingo recorriendo diversas colonias que fueron afectadas por el paso del huracán John en Guerrero, pues se presentaron lluvias e inundaciones debido a este fenómeno meteorológico.
Chilpancingo es el escenario de una guerra entre grupos criminales: los flacos y los ardillas y están peleando para controlar todo tipo de negocios, no sólo el narcotráfico, pero también el secuestro, extorsión, trata de personas, transporte, alimentación o cualquier actividad económica.
Por otro lado, la presidenta, Claudia Sheinbaum dijo esta mañana que ya se llevan a cabo las investigaciones pertinentes y se pueda lograr la detención de los responsables.