En el último día de competencia para las sirenas mexicanas, la rutina fue inspirada en la historia de Matlalcuéyetl, una diosa prehispánica de las aguas terrestres y la lluvia, la cual fue narrada por la actriz Karla Souza.
Con una rutina casi perfecta y calificaciones muy buenas, el equipo comandado por Nuria Diosdado demostró de qué están hechas las mexicanas y pese a la adversidad y problemas con Ana Guevara, directora de la CONADE, lograron participar y dar lo mejor.
Pese a tener una calificación perfecta en los últimos dos días de competencia, las mexicanas quedaron lejos del podio al colocarse en el séptimo lugar de la jornada, siendo China, Estados Unidos y España los primeros tres lugares.
Lo que hizo el equipo mexicano es un gran paso para consolidar la escuela de natación artística en nuestro país, pues desde Atlanta 1996 no habíamos tenido representación