Una tarde en plena junta del departamento de ventas en NRM Comunicaciones Don Edilberto Huesca Perrotín me preguntó:
–Claudia ¿qué vendemos en la radio?
–Espacios comerciales señor…
– No… se equivoca… ¡Vendemos aire!
Quedé perpleja… y antes de que pudiera reaccionar, continuó hablándonos:
-En la radio vendemos aire, formas de vida; maneras de estar y costumbres de compra. Decía don Edilberto, la radio es el escaparate que te lleva a elegir una marca de auto sobre de otra, una pasta de dientes, en vez de aquella otra; un tipo de ropa y de qué firma de diseñador prefieres; y nuestras emisoras, decía don Edilberto, nuestros spots deben “vender eso en 20 segundos”.
Edilberto Huesca y su historia en la radio
Comenzó su labor como vendedor de cambaceo; es decir, puerta por puerta. Y quizá por eso, fue tan exigente al pedirle a cada vendedor que se enlazara con el cliente cara a cara. Don Edilberto Huesca Perrotín nació en el estado de Veracruz, el 24 de febrero de 1936. Estudió licenciatura en abogacía en la Universidad Nacional Autónoma de México, generación 1955, y se especializó en Publicidad y Mercadotecnia en la Escuela Técnica de Publicidad.
Su llegada a la industria de radiodifusión sucedió como Ejecutivo de ventas en Telesistema Mexicano, en Televisoras de Provincia, en el año de 1963. El “Güero” Huesca, logró su primera tarea como Gerente de Ventas en la empresa Emisoras Incorporadas de Monterrey, en el año de 1966.
En este mismo año, y sin contar con ninguna emisora de radio propia, Edilberto Huesca formó la empresa Sociedad Mexicana de Radio (SOMER) para representar comercialmente a emisoras radiodifusoras del Distrito Federal y del resto del país.
Justamente, en 1991, al cumplirse 25 años de SOMER, tuve la oportunidad de entrevistar como reportera fundadora de Radio Tips que fui, al “Güero” Huesca, como lo conocían todos sus colegas radiodifusores.
He de confesar que fue la primera, y la más complicada de mis entrevistas a un empresario de la radio. Don Edilberto era dedicado, obsesivo en revisar puntualmente, él mismo y de primera mano, los contenidos, ideas, frases… todo lo que hablara, o se dijera de la radio, de sus empresas, de él mismo, y acerca de sus trabajadores. Para él, esto le era afín siempre.
Comenzó como radiodifusor con Radio Maranatha, hoy conocida como Stereo Cien, pero su nacimiento llegó en complicidad con Joaquín Vargas y Oscar Obregón con quienes obtuvo las primeras concesiones de frecuencia modulada, justo en 1966, y aunque el gran despegue de la Frecuencia Modulada, comercialmente hablando, sucedió hasta la llegada de los años ochenta, le apostó a la música en inglés y dio el hitazo con la voz del gran Mario Vargas en Stereo Cien, la emisora del Delfín.
En el año de 1971 asumió el cargo de Presidente del Consejo Administrativo de SOMER y se asoció con su amigo Javier Pérez de Anda y con Adrián Pereda para formar CIMA-SOMER con más de 120 emisoras en todo el país.
Uno de los empresarios de la radio más importantes
Don Edilberto fue presidente de la Asociación de Radiodifusores del Distrito Federal, hoy conocida como Asociación de Radio del Valle de México en dos ocasiones, y adquirió la sociedad comercial de Núcleo Radio Mil con Guillermo Salas Peyró, donde se volvió Director y Presidente del Consejo de Administración, desde 1994; así nace así NRM Comunicaciones, empresa que desarrolla hasta la fecha, propuestas radiofónicas cercanas a la ciudadanía.
Fue un defensor del respeto a los trabajadores de la industria de la radio; incluso, a él debemos que el 14 de septiembre se celebre al Trabajador de la radio; además de que fue siempre, un audaz buscador y mentor comercial de los comunicadores más renombrados y exitosos en la radio.
En lo personal, como estudiosa de la radiodifusión, estoy convencida de que Don Edilberto Huesca Perrotín nos legó la tarea de hacer respetar la labor de operadores, continuistas, vendedores, locutores; guionistas, noticieros e ingenieros. Para él, todos merecíamos especial respeto, aunque exigía resultados, pero con base en dar todo para ganar. Su idea más clara: Fomentar el lado humano y cultural de la radio.
Estoy cierta que su más amada emisora fue Stereo Cien y su amor más grande fue su familia. ¡Hasta siempre! Don Edilberto Huesca Perrotín