Varía según el lugar y época estacional, pero un turista puede gastar hasta cuatro veces más agua en los lugares que visita que la que consumiría de cotidiano en casa. Si bien ello tiene un impacto inmediato en la calidad de vida de los lugareños, en el largo plazo nos afecta a todos, pues la escacez ya es un problema global, asi lo indicaron especialistas de la UNAM. A decir de los especialistas, el desabastecimiento de líquido que puede provocar este tipo de actividad es un problema sobre el cual se comenzó a reflexionar hasta hace muy poco, tanto que apenas el año pasado el World Travel & Tourism Council calculó la huella hídrica.
Los resultados de este ejercicio inédito fueron presentados en la Conferencia de la ONU sobre el Agua 2023, donde quienes se dedican a ser más conscientes sobre el uso del vital líquido.