A 11 días del atentado que sufrió Donald Trump durante un mitin en Pensilvania, la directora de servicio secreto, presentó su renuncia al presidente Joe Biden ante las críticas hacia la agencia que dirigía por las fallas que presentó ese 13 de julio.
Kimberly Cheatle se desempeñaba como jefa del servicio secreto desde agosto del 2022, pero lo sucedido en Pensilvania fue demasiada presión ya que se estaba investigando cómo es que el agresor pudo acercarse tanto al candidato del partido republicano.
“Asumo toda la responsabilidad por la falta de seguridad. A la luz de los acontecimientos recientes, he tomado un con gran pesar la difícil decisión de dejar el cargo de directora”
Después de lo sucedido, el Servicio Secreto reconoció que rechazó solicitudes de la campaña de Trump para aumentar la seguridad durante sus eventos y aunque en primera instancia la agencia policial negó haber rechazado esa solicitudes, ya ha reconocido que sí lo hizo.
De acuerdo a algunos reportes, Thomas Matthew Crooks, quien fue abatido por los agentes del Servicio Secreto y los informes indican que este había llenado con explosivos un vehículo en el que condujo hasta el evento de la campaña de Trump ese día.