Fue gracias a la investigación por la desaparición de los jóvenes que el FBI llegó con sus pistas hacia Torres, quien había logrado engañar a sus víctimas, gracias a su popularidad, como influencer, aparentando una vida de lujos, enviando mensajes de espiritualidad y autoayuda.
Por tráfico de personas y esclavitud, Katiuscia Torres Soares, ha sido sentenciada a ocho años de presión en el estado de Nueva York.
Torres se había enfocado en cultivar una imagen en redes sociales de éxito y superación personal. Asociándose con de Hollywood, mientras mostraba una vida lujosa a través de sus plataformas, donde provee. Promovía, servicios de suscripción y consultas personales para ayudar a sus seguidores vulnerables a tener mejoras económicas y emocionales.
La influencer creció en una Favela de Belen, en Brasil, pero llegó a las pasarelas internacionales y a eventos con distintas celebridades del espectáculo internacional, por lo que pudo proyectar una superación personal importante.
En Instagram contaba con más de 1 millón de seguidores y compartía imágenes y videos para mostrar sus viajes frecuentes a destinos exóticos, una colección de ropa, de diseñador y accesorios de lujo, el acceso a eventos exclusivos, residencias increíbles y vehículos de lujo, que hacían creer que llevaba un estilo de vida privilegiado.
En un testimonio para el FBI de una chica se encontró el relato de que para ella lo que Torres proyectaba era Esperanza, pues parecía que superó la violencia que sufrió en su niñez.
Mientras que una existente relató que quedó impresionada por el enfoque espiritual de la influencer, aunque no tardó en darse cuenta de lo que estaba pasando en realidad tras bastidores.
Torres tenía a dos mujeres viviendo en su departamento cada una aislada, pero tenían la obligación de hacer todo lo que ella quisiera. Podía ser desde un trabajo doméstico, hasta ser objeto de explotación sexual. Ambas tenían que cubrir una cuota al día, y si no juntaban el dinero suficiente no podían regresar a casa.
El FBI indago sobre estas dos jóvenes, y todas las pistas llevaron hacia la brasileña. Lograron juntar el testimonio de 20 jóvenes que fueron víctimas de tráfico de personas, tortura, esclavitud, y explotación sexual. La influencer siempre negó todas las acusaciones y, a pesar de qué este proceso se realizó en el 2022, su abogada no se ha rendido y continúa defendiendola.
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