Este viernes celebraremos el Día de las Madres, por lo que los centros comerciales ya se abarrotan por personas buscando los regalos para celebrar a las jefas de la casa.
Una tradición que tenemos en nuestro país para celebrar a mamá, son los festivales escolares en los que como alumnos poníamos nuestro mejor esfuerzo para practicar los pasos de baile de las coreografías que nuestros maestros nos enseñaban. Conforme fuimos creciendo entendimos que esos momentos debían quedarse atrás, por lo que por alguna extraña razón, era una costumbre regalarles electrodomésticos.
Pareciera que los millennials crecimos con la idea de que en estas fechas, las tiendas departamentales y los supermercados activaban promociones de descuentos en estufas, lavadoras, planchas, baterías de cocina, licuadoras, por mencionar algunas.
Con el pasar de los años nos hicimos conscientes de que no todas las madres pueden ser englobadas en una misma actividad, no todas se dedican única y exclusivamente al hogar, por lo que se hizo necesario empezar a pensar que mamá es un humano individual con intereses distintos a las labores cotidianas.
Nos dimos cuenta que las estufas, las lavadoras, las planchas son instrumentos del hogar, no de mamá y que estos no cubren las necesidades solamente de ella, sino de todos quienes viven en esa misma casa.
En estos tiempos, mamá agradece más un perfume, un accesorio de su gusto, o ropa que la haga verse más bonita, es más, hasta una comida en su restaurante favorito es una forma más reconfortante de reconocer todo lo que hacen por nosotros, incluso cuando ya no vivamos con ellas.
Por ello, en este 2024 te invitamos a reflexionar sobre tu forma de reconocer el trabajo y la labor que mamá hizo por ti a lo largo de tu vida.