Después de cuatro meses de haber apoyado la bendición de parejas del mismo sexo, el Vaticano ha confirmado su oposición a los cambios de sexo, la teoría de género y la maternidad subrogada, sin dejar fuera a aborto y la eutanasia.
A través de una declaración llamada “Dignitas Infinita” La oficina doctrinal del Vaticano, reiteró su postura ante los temas de la comunidad LGBT+.
El texto describe lo que la iglesia percibe como amenazas a la dignidad humana, y, al parecer se preparó como una respuesta directa las disputas sobre las bendiciones para las uniones de personas del mismo sexo.
Por su parte, el Papa Francisco aprobó esta postura y pidió que también se mencionara la pobreza, la situación de los inmigrantes, la violencia contra las mujeres, la trata de seres humanos, la guerra y otros temas.
Esta declaración reitera que la maternidad subrogada viola la dignidad tanto de la madre como del niño.
También se ha cubierto la cuestión de género:
“Desear una autodeterminación personal, como prescribe la teoría de género, al margen de esta verdad, fundamental de que la vida humana es un don, equivale a una concesión a la vieja tentación de hacerse Dios, entrando en competencia con el verdadero Dios del amor que nos revela el Evangelio”
Para el Vaticano, los cambios de sexo amenazan la dignidad única que la persona ha recibido desde el momento de la concepción.
Aunque algunas personas puedan someterse a intervenciones quirúrgicas para resolver anomalías genitales es un proceso que constituya un cambio de sexo en el sentido que se pretende.
Esta declaración reitera la condena permanente del Vaticano al aborto, la eutanasia y la pena de muerte y mencionó al abuso sexual como como una amenaza la dignidad humana, aunque ha sido generalizado en la sociedad e incluso dentro de la Iglesia Católica.
También calificó de abuso el acoso cibernético y la violencia contra las mujeres.