Lo que parecía solamente una tormenta tropical, se ha convertido en uno de los huracanes más devastadores que logró inundar edificios, destrozar cristales y objetos disparados por el aire en Acapulco, pues llegó con la fuerza de una categoría 5 aunque ya se ha degradado a nivel 4.
De acuerdo a medios de comunicación, así como de personas afectadas, este podría ser el huracán con mayor impacto en el Pacífico mexicano pues hubo fuertes estruendos por la furia del viento aparte de que hubo lluvias torrenciales que han causado grandes destrozos para alrededor de 800 mil habitantes.
Aún no se puede hacer el cálculo de todas las consecuencias, además de Acapulco, Coyuca de Benítez y San Marcos, aún se esperan lluvias puntuales extraordinarias, en regiones de Guerrero y Oaxaca.
Las rachas de viento fueron de 215 a 260 km por hora y el oleaje fue de 8 a 10 metros en las costas de Guerrero y el occidente de Oaxaca. El Servicio Meteorológico Nacional está en coordinación con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, mantienen zona de prevención por efectos de huracán desde Punta Maldonado hasta el oeste de Zihuatanejo, Guerrero.
Se calcula que alrededor de 400 mil familias se encuentran sin luz eléctrica y CFE ha anunciado que en cuanto puedan iniciarán las labores de reconexión al suministro.
No hay líneas telefónicas ni mucho menos internet, la Autopista del Sol está seriamente afectada con daños en diversos tramos