Autoridades mexicanas buscan identificar los cadáveres hallados en el Río Bravo esta semana, en la frontera con Estados Unidos. De hecho, uno fue localizado en la barrera de boyas que el gobernador republicano ordenó instalar recientemente, como una medida para frenar la migración.
Se sabe que uno de los fallecidos es un hondureño de 20 años y que fue identificado por su madre, aunque ya estaba en avanzado estado de descomposición fue reconocido gracias a unos tatuajes.
Por otro lado, el Instituto Nacional de Migración confirmó estar pendiente de seguir haciendo pruebas periciales, para identificarlo plenamente.El segundo cuerpo que fue hallado junto a las boyas hasta el momento, permanece como desconocido.
Se desconoce la causa de las muertes, aunque los ahogamientos de migrantes que cruzan el río fronterizo es común. Pero es claro que si existe la posibilidad de qué una de ellas esté relacionada con la instalación de las polémicas boyas.