Debido a los hechos de violencia que se registraron en Chilpancingo el fin de semana pasado, Gabriela vivió con tristeza su fiesta de quince años con muy pocos invitados, pero la administradora del salón de fiesta le ofreció reponer la fecha al otro día y las redes sociales hicieron el resto, porque Gabi se convirtió en la quinceañera más popular del estado.
Era el día de la fiesta más esperada por Gabriela Villanueva Álvarez, su mamá, Liz Álvarez López tenía todo el año organizando y reuniendo los recursos económicos para poder hacer realidad la fiesta de quince años de su hija.
Sin embargo, coincidió con un día de mucha violencia en Chilpancingo, por lo menos 4 trabajadores del volante fueron asesinados, 5 personas más resultaron heridas en 7 hechos violentos contra transportistas en menos de 24 horas.
Por esa razón se suspendió el servicio de transporte en toda la ciudad y por seguridad sus habitantes evitaron salir de sus casas, de tal manera que de los 300 invitados a la fiesta de Gabriela, apenas llegaron unos 40.
La quinceañera se preguntaba ¿por qué ese día tenían que ser las cosas de esa manera?. La fiesta terminó muy temprano.
Liz Álvarez lamentó que hubiera quedado mucha comida y el pastel, por lo que Zoraida Abril Cruz, administradora del salón Real Campestre le ofreció que el siguiente día se repitiera el festejo sin cobrar nada extra .
Así fue y en redes sociales se hizo la convocatoria para que la gente acudiera, que no se quedara la comida y acompañaran a la quinceñera.
En varias publicaciones empezaron a leerse muestras de apoyo para Gabriela y el salón empezó a llenarse de familias completas que con regalo en mano acudieron a felicitar a la jovencita.
Portando un vestido negro, porque es su color favorito, bailó un primer vals con su mamá y su hermano, el tema fue “Por favor no crezcas más”; después bailó otro tema con sus chambelanes y cerró con un baile moderno.
Se dijo muy contenta por el momento que estaba viviendo, “feliz, agradecida con la gente que vino y me está apoyando”, la mesa de regalos lució llena y ella feliz