A casi seis meses de haber sido acusado de violación en la discoteca Sutton de Barcelona, Dani Alves rompió el silencio, mientras enfrenta cargos por supuestamente de una joven de 23 años.
Recordemos que el ex jugador de Pumas, fue detenido y encarcelado por las autoridades catalanas y aunque su defensa ha peleado no ha podido obtener la libertad condicional.
El brasileño ha pasado por clubes como Barcelona, Sevilla y PSG, y platicó con el diario español “La Vanguardia” y dijo que no sabe porque la denunciante argumenta que él abusó sexualmente de ella.
“Esa madrugada, cuando la mujer con la que tengo el problema sale del baño detrás de mí, me quedó un rato junto a mi mesa. No estoy mucho porque era tarde. Estoy con mi amigo Bruno y se me acerca otra gente antes de irme. Cuando abandonó la discoteca por el pasillo de salida, he sabido por las imágenes que pasó cerca de donde la mujer está llorando. Yo no la vi. La hubiera visto llorar me hubiera detenido para preguntar qué pasaba. Y en ese instante, si algún responsable de la discoteca me hubiera pedido que me esperara porque yo le había agredido sexualmente, yo no me voy a casa. Esa misma noche me presento en una comisaría a aclarar lo que ha pasado”.
Insistió en su versión de los hechos de qué fue sexo consensuado en los baños de la discoteca y qué llamó a su abogada para preguntarle si había sido denunciado, luego de enterarse por una publicación de un medio que una joven lo estaba acusando de haber cometido agresión sexual.
De acuerdo a Alves, su abogada, Miraida Puentes, consultó con los Mossos y en los juzgados y le aseguro que no había ninguna denuncia y que podría viajar de España hacia México con total tranquilidad.
Por último, reconoció que el motivo por el que habló del caso fue para pedirle perdón a su todavía esposa, Joana Sanz.
“Para pedir perdón a la única persona a la que tengo que pedir perdón, que es a mi mujer, Joana Sanz. La mujer con la que me casé hace ocho años, con la que sigo casado y con la que espero seguir viviendo toda mi vida. Ya le pedí perdón personalmente aquí en prisión, pero debo hacerlo públicamente, porque la historia es pública, la ofensa es pública y ella merece esas disculpas públicas”