Los hijos del narcotraficante Joaquín el Chapo Guzmán, quien fuera el líder del cártel de Sinaloa, respondieron a las acusaciones en su contra y aseguraron que no son productores ni comercializadores de fentanilo, pero sí dicen que son víctimas de una persecución que los ha convertido el el grupo criminal más peligroso del mundo.
De hecho, para aclarar este asunto, los hijos de Guzmán enviaron una carta a la producción de Azucena Uresti en la que respondieron a las acusaciones de la Administración de Control de Drogas, se deslindaron de homicidios y actividades del crimen organizado.
“Los Chapitos, jamás hemos producido, maquilado o comercializado fentanilo ni ninguno de sus derivados. Somos víctimas de una persecusión y nos convirtieron en chivos expiatorios. Esperemos que este escrito llegue a las personas indicadas” se lee en el documento que fue enviado por José Refugio, abogado de la familia de el Chapo Guzmán.