Sabemos que ir al cine y comprar el combo representa una fuerte inversión monetaria, pero ¿hasta que punto se vale meter alimentos a la sala? Un joven sin pena ni remordimientos fue captado preparando unos sándwiches para todos sus amigos
Sus propios cuates dijeron “eso de las palomitas ya es cosa del pasado”, pues no le temen al éxito y el hambre estaba dura.