Como resultado de la reducción de 40% en las precipitaciones en el norte de Italia, la laguna de Venecia con algunos de sus canales lucen casi secos durante la tarde, cuando se registran las mareas bajas.
Este es un fenómeno que resulta habitual en los primeros meses del año, pero ya está alcanzando niveles extremos debido a los efectos del anticiclón responsable de que apenas haya llovido durante el invierno.
Miles de turistas que han acudido a la ciudad desde el pasado fin de semana por los carnavales se han topado con la sorpresa de ver muchos de sus canales sin apenas agua.
“Las bajas mareas provocan diversas molestias, porque toda Venecia vive y se mueve en el agua. Basta pensar en el transporte de las basuras o en el abastecimiento de los supermercados. Las bajas mareas significan que muchas embarcaciones no consiguen navegar, lo que es más preocupante para los medios de emergencia, como ambulancias y bomberos “, platicó el responsable del Centro de Control de las Mares de Venecia, Alvise Papa.
Se han tenido que trasladar en camilla a algún enfermo por las calles, ya que no podían acercarse a su casa, debido a la baja en el nivel del agua. Esto se ha convertido en una amenaza añadida para la ciudad que tiene que convivir con inundaciones habituales y cuya supervivencia a largo plazo está en peligro por el cambio climático.