En la víspera de que se cumpla un año de la guerra de Rusia contra Ucrania, el pontífice pidió este miércoles un alto al fuego en la nación y que se inicien las negociaciones de paz, entre ambas naciones, porque se viene “un triste aniversario”.
“Hago un llamamiento a todos los que tienen autoridad sobre las naciones para que se impliquen en el final del conflicto, se comprometan en un alto al fuego y se inicien negociaciones de paz” declaró al término de la audiencia general celebrada en el Vaticano.
Señaló que lo que se construye sobre escombros nunca será una verdadera victoria.
“El balance de muertos y heridos, así como de desplazados, de destrucción, de daños económicos y sociales habla por sí mismo. ¿Podrá el señor perdonar tantos crímenes y tanta violencia?” reiteró antes de demostrar su preocupación por el pueblo ucraniano.
Por último, en la misa dedicada al inicio de la Cuaresma, el líder del Estado Vaticano, invitó a los feligreses a reavivar las relaciones con Dios y con los demás, para abrirse al silencio y a la oración y romper las cadenas del individualismo.