El pasado 3 de febrero, un tren cargado de cloruro de vinilo se descarriló en el área de East Palestine, Ohio, al norte de Estados Unidos. Esto provocó que una nube de color negro de más de 400 mil metros de radio se expandiera y de hecho fue captada desde un vuelo comercial que volaba en la entidad.
El accidente tuvo como consecuencia el derrame de 100 mil galones de la sustancia, más un incendio generalizado y la liberación de humos tóxicos en el aire. El cloruro de vinilo es un gas incoloro usado como arma química en la Primera Guerra Mundial.
Esta catástrofe ha sido comparada por especialistas con el accidente radioactivo en la central nuclear Vladimir Ilich Lenin, en Chernobyl, Ucrania, el 26 de abril de 1986, cuando todavía existía la Unión Soviética.
Alrededor de cinco mil personas tuvieron que desplazarse debido a que la exposición al químico está relacionada al desarrollo de diferentes tipos de cáncer: colon, hígado, cerebro, pulmón, linfoma y leucemia.
“Ayer en la tarde recibimos una prueba de agua del pueblo en el primer pozo que probamos, el agua estaba bien” declaró Mike Dewine, gobernador de Ohio, aunque no dejó de lado la recomendación de usar agua embotellada, como medida de prevención.
También comentó que ya pidió apoyo del Departamento de Salud y Servicios Humanos del Equipo de Salud y Respuesta a Emergencias y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, del gobierno de Estados Unidos.
El 8 de febrero el gobernador aseguró que los residentes de East Palestine que fueron evacuados ya podían regresar a sus casas. Luego de que el día del accidente pidió a los habitantes que vivieran a una milla del descarrilamiento del tren que evacuaran de inmediato, ante la posibilidad de una gran explosión.
Medios de comunicación locales reportaron que las gallinas de los vecinos murieron de repente, los zorros entraron en pánico, sus mascotas enfermaron, miles de peces muertos y los habitantes sufrieron dolores de cabeza y garganta, más ardor en los ojos.
Al momento se han presentado cuatro demandas colectivas en contra de Norfolk Southern, alegando que el accidente de uno de sus ferrocarriles los expuso a sustancias químicas que les provocó “graves trastornos emocionales”.
Las autoridades realizaron una quema controlada, con el objetivo de controlar el derrame de cloruro de vinilo y otras sustancias tóxicas que transportaba el tren, esto fue lo que generó la nube tóxica que sigue en el cielo de Ohio.
Por otro lado un senador fue a dar fe de que el agua del río cercano estuviera bien pero esto pasó: