El juicio en contra de Genaro García Luna continúa y hoy declaró ante la Corte de Brooklyn, Jesús Reynaldo Zambada García y relató que hubo dos encuentros en el restaurante Campos Elíseos en Paseo de la Reforma, en donde presuntamente se pagaron cinco millones de dólares al ex funcionario federal.
El dinero fue para confirmar su apoyo a favor del cártel de Sinaloa. Dichos encuentros fueron coordinados por un abogado de nombre Óscar Paredes quien fungía como enlace entre la organización criminal con las autoridades.
En el primer encuentro se pactó un pago de tres millones de dólares que “el Rey” Zambada puso de su dinero y que el dinero se acomodó en un portafolios negro y una “maleta similar a la que usan los deportistas, negra y grande”.
También sostuvo que él no quería que García Luna lo reconociera por lo que esperó debajo del restaurante en un bar, mientras Paredes se reunió con el entonces director de la AFI, en un privado del segundo piso.
“Me dijo que mucho gusto”
“Yo vi a García Luna y dos personas más llegar y subir y 15 minutos más tarde salir con las maletas en donde estaba el dinero”
La segunda reunión se llevó a cabo tres semanas después y en ella el pago acordado fue de dos millones de dólares más. Según Zambada, todo el dinero se puso en una maleta con las mismas características y se repitió el lugar de reunión.
Para ese encuentro el narcotraficante sostuvo que aún estaba reunido con Paredes en el privado cuando García Luna llegó y se presentó con ellos.
“Él me dijo que mucho gusto y yo le dije lo mismo, pero luego me fui y se quedaron reunidos los demás. Yo puse el dinero pero no quería que me reconocieran porque no quería terminar investigado y en las listas de los más buscados” declaró Zambada.
Añadió que de acuerdo con Paredes, la reunión salió bien porque García Luna supuestamente se comprometió a seguir apoyando al cártel y que no hubiera detenciones, ni operativos y pudieran seguir trabajando.
Estos señalamientos coinciden con lo que previamente había dicho ante el jurado el agente de la DEA, Miguel Madrigal, quien declaró que tenían datos de inteligencia sobre pagos que supuestamente se habrían realizado en ese mismo restaurante, no lo pudieron corroborar ya que no había cámaras.
A esto se suma la versión que brindó Sergio Villarreal en la que sostuvo que el apoyo del enjuiciado fue vital para que el cártel creciera y acumulara poder en el país. Confirmó también que podían infiltrar sicarios de su organización en los operativos que organizaba la AFI cuando García Luna encabezaba la corporación.