A través de una misiva, dirigida al mandatario y al secretario de Estado, este miércoles, fiscales generales de 21 estados han solicitado al gobierno de Joe Biden que use sus poderes para declarar a los carteles mexicanos de la droga como terroristas.
Los procuradores son republicanos y pidieron a Biden y Anthony Blinken que ejerzan el poder que le ha conferido el Congreso para tomar medidas rápidas y decisivas para abatir este azote.
Sus argumentos son que las sobredosis de drogas mataron a más de 100,000 estadounidenses en el último año y que al menos dos tercios de los decesos fueron relacionados con opioides sintéticos como el fentanilo.
“Amenazan la seguridad nacional de Estados Unidos” reiteran y es que más allá del daño que causa la droga, también han organizado fuerzas armadas para proteger su comercio de los grupos rivales y del Gobierno de México.
“La existencia de tales fuerzas al otro lado de nuestra frontera terrestre del suroeste y la incapacidad del Gobierno mexicano para controlarlas representan una amenaza para nuestra seguridad nacional mucho mayor que una empresa típica de narcotráfico” escribieron los procuradores.
La petición fue encabezada por el fiscal de Virginia, Jason Miyares, se da un día después de que Biden hablara sobre el problema de las drogas, en su discurso sobre el Estado de la Unión.
“Lancemos un gran esfuerzo para detener la producción, venta y el tráfico de fentanilo, con más máquinas de detección de drogas para inspeccionar a la carga y detener las pastillas y el polvo en la frontera” solicitó en su discurso del martes.
Para nadie es desconocido que Biden ha estado bajo enorme presión para frenar la llegada de fentanilo a Estados Unidos desde México y China; en los últimos meses se ha reunido con los mandatarios de ambos países para abordar ese problema, que tiene rebasado a su gobierno.