Aunque los rescatistas han trabajado sin parar con la esperanza de encontrar sobrevivientes, en busca de señales de vida entre los miles de edificios colapsados por el catastrófico terremoto, la cifra de personas fallecidas ha superado las 11 mil, lo que ha convertido este desastre en el más letal de la década.
El clamor de la gente por ayuda en la zona de desastre el presidente del país Recep Tayyip Erdogan, hizo un recorrido por las tiendas de campaña que tuvieron que instalarse en Kahramanmaras para que los afectados se mudaron para resguardarse.
Más de dos docenas de países han enviado a rescatistas que se unieron a los miles de efectivos locales mientras el país comenzaba a recibir la ayuda comprometida.
Se han registrado escenas lamentables en la ciudad de Malatya donde los cadáveres han tenido que apilarse uno junto a otro sobre el piso, aunque son cubiertos con maras, mientras que llegan los vehículos funerarios.
Se piensa que al menos alguna de las víctimas podrían haber muerto congeladas debido a las bajas temperaturas que han estado en seis grados bajo cero. Hay hasta un hotel que se vino abajo y calculan que podría haber un centenar de personas atrapadas. El frío dificulta la labor de voluntarios y los equipos del gobierno, aparte del cierre de carreteras por los daños registrados han impedido los desplazamientos de la ayuda.
La Agencia de Gestión de Desastres de Turquía reportó que la cifra de decesos registrados en el país había superado las 8,500 personas, más los fallecidos en la zona norte de Siria controladas por el gobierno subieron a mil 200, cifra que tiene registrada el Ministerio de Salud de Damasco y al menos mil 400 más murieron en la región controlada por los rebeldes, de acuerdo al grupo de emergencias Cascos Blancos.
Estas sumas fueron las que elevaron a más de 11 mil el saldo de personas fallecidas desde el terremoto del lunes y sus múltiples réplicas.