Luego de que se rumoró que Joana Sanz, esposa de Dani Alves, había pedido el divorcio por el problema legal que enfrenta con la justicia española, la modelo reapareció y fue a visitar al futbolista a prisión. Visiblemente afectada, dejó en claro que no dejará a su marido en los momentos más difíciles
Joana no se había aparecido por los juzgados ni la prisión por que se encuentra de luto por la muerte de su madre, la cual ocurrió 2 días antes de que Dani Alves cometiera el “supuesto abuso” en una discoteca de Barcelona.
El panorama para el ex puma es muy complicado, pues en españa la pena para el delito de violación es grande y permanecerá encerrado hasta que pueda demostrar su inocencia.