Ante la denuncia del abogado José Refugio Rodríguez, quien se identifica como defensa del Chapo Guzmán, sobre las vejaciones que su cliente sufre en la prisión ADX Florece, el canciller Marcelo Ebrard declaró que aunque no ve posibilidades, de un regreso a México del capo, revisará el caso.
La defensa de Guzmán Loera insiste en que su cliente recibe un trato desigual en comparación con otros reos: menos llamadas a familiares o abogados, prohibición de hablar en español, etc.
En días pasados, en entrevista con Ciro Gómez Leyva expresó que el Chapo es presa de tortura psicológica en su encarcelamiento en Estados Unidos.
“No le pega el sol, la comida es de pésima calidad, no hay salud; estuvo enfermo de unas muelas y en vez de curarlas, se las sacaron para que no estuviera molestando” declaró.
Por ello, el Chapo considera que su proceso de extradición a Estados Unidos realizado durante la administración del presidente Peña Nieto, tuvo diversas violaciones al debido proceso y pidió ayuda al gobierno de López Obrador para regresar a México.
Para esto, el litigante envió una solicitud al embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, cuya oficina confirmó el martes haber recibido el correo electrónico e informó que fue turnado a la cancillería.
Por su parte, el presidente López Obrador dijo que no descartaría el tema, pero Ebrard será quien determine si el Gobierno de México cuenta con facultades para atender la solicitud de quien fuera uno de los narcotraficantes más peligrosos de México.
Mientras tanto, el titular de Relaciones Exteriores recordó que Guzmán Loera cumple una sentencia dictada por la justicia de Estados Unidos, que es una cadena perpetua, más 30 años adicionales de prisión.