Los reyes magos están a punto de llegar y a un joven se le hizo fácil comprar un PlayStation 5 en un tianguis de la Ciudad de México. Todo iba muy bien hasta que llegó a su casa y decidió abrirlo, pues le ganó la emoción, pero la sorpresa fue otra…
La consola le costó 100 pesos y el vendedor no tenía ni idea de lo que estaba ofreciendo, le incluyó cables que no eran compatibles y al encender el supuesto PlayStation, la sorpresa es que ni siquiera era un videojuego, sino una bocina china.
La moraleja de esta historia es comprar juguetes y videojuegos en lugares autorizados, pues en una de esas, te puede salir gato por liebre