Su nombre es Irmgard Furchner de 97 años, era adolescente cuando fue contratada como mecanógrafa en el campo de concentración de Stutthof, donde trabajó desde 1943 hasta 1945.
Furchner ha sido una de las pocas mujeres juzgadas por crímenes nazis en décadas, recibió una pena de prisión suspendida de dos años. Aunque ella era una trabajadora civil, el juez consideró que siempre estuvo completamente al tanto de lo que sucedía en el campo.
Se estima que alrededor de 65 mil personas murieron en el campo de concentración de Stutthof, en condiciones horrendas.
El tribunal ubicado en el norte de Alemania, escuchó a sobrevivientes del campo, algunos de los cuales murieron durante el juicio, El proceso judicial comenzó en septiembre del 2021, Irmgard Furchner huyó de la casa de retiro donde vivía y finalmente fue hallada por la policía en una calle de Hamburgo.
En 1955 el comandante de Stutthofm fue encarcelado por ser cómplice de asesinato y fue liberado cinco años después.
Desde 2011 se han realizado varios juicios, luego de que la condena del ex guardia del campo de exterminio nazi John Demjanjuk, el cual sentó un precedente por complicidad y que pese a la avanzada edad, los delitos no tienen prescripción.
A Furchner le tomó 40 días romper su silencio en el juicio, cuando dijo al tribunal: que lamentaba lo sucedido.
Este juicio se realizó en un Tribunal Especial de Menores, debido a que cuando trabajó en el campo de concentración tenía menos de 21 años.
“Lamento haber estado en Stutthof en ese momento, es todo lo que puedo decir”, afirmó Furchner.
Su defensa argumentó que debía ser absuelta debido a las dudas sobre lo que realmente sabía, ya que era una de varias mecanógrafas en la oficina de Hoppe. Pero el historiador Stefan Hördler jugó un papel clave en el juicio y acompañó a dos jueces en una visita al sitio del campo.
De ese recorrido quedó claro que Furchner pudo ver desde la oficina del comandante algunas de las atrocidades en el campamento.