El organismo ha decidido dar un estatus de protección especial que sitúa a la baguette francesa en un nuevo nivel culinario, junto a otras delicias gastronómicas del mundo.
UNESCO ha reconocido el “saber hacer artesanal y la cultura de la baguette” al inscribir la periodista del pan francés como parte esencial de la cultura humana.
La baguette se une a otros alimentos y culturas culinarias a la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, junto la elaboración de la pizza napolitana, el kimchi, la cultura cervecera belga, la dieta mediterránea y el café árabe.
De acuerdo a la directora general de la organización, Audrey Azoulay, es una forma de rendir homenaje a la producción artesanal y una forma de garantizar que su elaboración se transmita a las siguientes generaciones.
Azoulay también destapó que Francia tardó seis años en reunir toda la documentación necesaria antes de presentar toda la documentación necesaria antes de presentar la solicitud ante la UNESCO.
El presidente francés celebró con publicaciones en sus redes sociales
“250 gramos de magia y perfección en nuestro día a día. Un estilo de vida francés. Llevábamos años peleando con los panaderos y el mundo de la gastronomía por su reconocimiento. ¡La baguette ahora es patrimonio inmaterial de la UNESCO!”