Una vez más un grupo de activistas irrumpió en el Museo Leopold de Viena, donde arrojaron petróleo al cuadro “Vida y Muerte” provocando un daño de manera definitiva, pese a que tenía un vidrio que lo protegía.
El atentado a la obra de arte fue del grupo “última generación”, quienes protestaron por los combustibles y el mal uso que han tenido en los últimos 50 años, lo que ha llevado al cambio climático. Los hombres dijeron es la única forma en la que el mensaje llegue a toda la población.
Al respecto, la comunidad de museos en el mundo tomarán cartas en el asunto para proteger las obras, pues las distintas cosas que les han lanzado las dañan y muchas de ellas tiene décadas o siglos de haber sido pintadas.