A pesar de que Shakira ya pagó la cantidad que la Agencia Tributaria de España le exigía: más tres millones de euros en intereses, tendrá que sentarse en el banquillo y dar la batalla en el juicio que la Justicia española inicia en su contra.
Así lo decidió una jueza que determinó que la Audiencia de Barcelona lleve el proceso de la colombiana. Se ha determinado que la Fiscalía de España, pague con ocho años y dos meses de prisión, así como una multa de 23.9 millones de euros los seis delitos que la Hacienda Pública le imputa.
Las conclusiones de una larga investigación son que Shakira defraudó al fisco español con la cantidad de 14.5 millones de euros entre 2012 y 2014, al simular que no residía en el país.
De acuerdo con el Ministerio Público, la artista vivió estancias muy cortas fuera de España, aunque haya sido por motivos profesionales, con excepción de la temporada que participó en el programa The Voice.
La acusación que hace la dependencia es que al haber residido más de 183 días al año en ese país, Shakira era residente fiscal de España y era su obligación tributar por la totalidad de su renta mundial, el impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y el impuesto del patrimonio.
Shakira utilizó un entramado de sociedades, con sede en las Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán, Malta, Panamá y Luxemburgo, con el fin de ocultar su patrimonio. Con este esquema, sus empresas figuraron formalmente como titulares de los ingresos, mientras que ella solo constaba en último lugar y algunas sociedades que tenían como domicilio paraísos fiscales, donde fueron a parar la mayoría de sus ingresos.