Fieles a la reina Isabel II, han pasado formados hasta ocho horas para despedirse de ella en no más de 30 segundos, frente su ataúd para poder dar el último adiós a quien fuera la monarca por 70 años.
Solo ayer, en el primer día que el féretro con el cuerpo de Su Majestad estuvo en el vestíbulo del Palacio de Westminster, la fila alcanzó los cinco kilómetros al pie del Río Támesis, hasta la llamada Capilla Ardiente.
A pesar de las horas de espera en la kilométrica fila, los dolientes esperaron para mostrar sus respetos por Elizabeth Alexandra Mary, ya que están conscientes de que viven un momento histórico.
En una escena impactante, con el ataúd como protagonista en el vestíbulo del Palacio, con una corona y centro encima que brillaban como nunca antes, aparte está resguardado por los cuatro lados por guardias de honor con sus característicos sombreros altos de piel de oso.
Asistentes describieron que al entrar a Westminster Hall se siente una solemnidad que se duplica cuando se percatan del silencio que impera en la sala. La gente sale conmovida, algunos incluso lloran, se abrazan con sus acompañantes y todos agradecen esos cinco minutos en que se tarda cruzar el vestíbulo del Palacio, así como los 30 segundos frente al ataúd que contiene el cuerpo de la reina.
Para las 17:00 horas del miércoles, hora de Londres se recibió al primer visitante y el último de la fila llegaba a la altura de la estación London Bridge, que se encuentra alrededor de cinco km de Westminster Hall.
Se pudo apreciar que en la fila no solo estaban formados ingleses, sino también asiáticos, africanos, latinos, ya que en se podían escuchar diversos idiomas, aparte del inglés, el francés, el italiano y el español.
Había personas de todas las edades, desde bebés en carriolas, hasta abuelos con su bastón. Por lo que autoridades gubernamentales colocaron pantallas gigantes en las que reprodujeron momentos históricos de la nación.
Se dice que en los siguientes días, las filas podrían alcanzar los ocho km y los 700 mil visitantes.