Casi un centenar de trabajadores fueron despedidos de Clarence House, por el rey Carlos III. Su oficina y la de la reina consorte Camila, se están trasladando al Palacio de Buckingham para asumir su nuevo rol dentro de la Familia Real.
Hasta cien empleados de la residencia, sin importar que algunos hayan trabajado ahí durante décadas, recibieron el lunes la notificación de que podrían perder sus empleos, justo cuando estaban realizando la mudanza de los reyes a su nueva casa.
Entre el personal despedido se encuentran secretarios privados, el equipo de comunicación, la oficina de finanzas y el personal doméstico. En medio de la celebración de la primera misa de despedida para la difunta reina, fueron notificados.
Gran parte de los miembros del personal asumió que se fusionarían con el equipo del Palacio de Buckingham, ya que no habían recibido alguna indicación, hasta que les llegó la carta de mano del ayudante principal del rey, que se llama Clive Alderton.
Todos están absolutamente furiosos y es que desde que murió la reina, el jueves pasado, habían estado trabajando horas extras, por lo que se justifica su conmoción.
Por su parte, Alderton manifestó estar consciente de que la noticia es inquietante y aseguró que el personal que es de asesoramiento directo y personal a Carlos III y Camila continuarían en el cargo, mientras que para los demás, existe la posibilidad de un empleo alternativo en otras casas reales.