De acuerdo al historiador Alejandro Rosas, a lo largo de nuestra historia, muchos episodios de la misma se han exagerado, otros se han distorsionado y otras tantos, incluso inventado.
Por ello, en su blog titulado “Cuadernos de bitácora” él nos brinda una explicación sobre el posible mito de los Niños Héroes, que desde niños, millones de mexicanos hemos aprendido con un gran fervor en las escuelas.
Lo que sí es un hecho es que los seis Niños Héroes: Juan Escutia, Vicente Suárez, Fernando Montes de Oca, Juan de la Barrera, Agustín Melgar y Francisco Márquez, decidieron quedarse en el Castillo y defenderlo con valentía sin necesariamente estar obligados por ser cadetes.
Por eso se les llama Niños Héroes, pero Rosas desmenuza el mito que fue construído a base de un romanticismo cursi que buscaba sembrar en los mexicanos el amor por la patria:
Juan Escutia nunca se sacrificó por el lábaro patrio, sino que cayó abatido a tiros junto con Francisco Márquez y Fernando Montes de Oca, en el momento en que intentaban huir hacia el Jardín Botánico.
Según Alejandro Rosas, el mito tiene que ver con la visita del presidente de Estados Unidos, Harry Truman en 1947, durante el centenario de la guerra México- Estados Unidos. Truman depositó una ofrenda a los caídos que mucho ofendió a los mexicanos, en ese entonces.
Para apaciguar los ánimos patrióticos, se le dio difusión a la noticia del hallazgo de seis cráneos al pie del cerro de Chapultepec, mismos que se reconocieron como aquellos seis Niños Héroes que “murieron por la patria”. Acto seguido se edificó el Altar a la Patria, a pesar de que no había evidencia científica de quienes eran esos cráneos que al final, adquirieron un carácter de leyenda.