Se ha puesto en marcha la “Operación Puente de Londres” un periodo de luto que culminará con un gran funeral de Estado el próximo 19 de septiembre, en honor a la vida de Isabel II.
La monarca con más años de servicio en Gran Bretaña firmó cada detalle de este operativo, que tendrá como destino final la Capilla de San Jorge, en los terrenos del castillo de Windsor junto al príncipe Felipe.
En seguida de su muerte, el ataúd de roble que está cubierto con el estandarte de Escocia y una corona de flores, ha sido ubicado en el salón de baile de Balmoral, donde el personal del recinto tuvo la oportunidad de decir su último adiós.
Este domingo, seis guardabosques llevaron el ataúd a un coche fúnebre que lo esperaba para emprender el viaje hacia Londres, aunque la primera parada del traslado fue Edimburgo, para permitir que los escoceses rindieran tributo durante el recorrido al inclinar la cabeza.
Cabe mencionar, que fue en este recorrido cuando los hijos de la reina, caminaron lado a lado detrás de la carroza fúnebre: rey Carlos III, princesa Anne, príncipe Andrés y el príncipe Eduardo.
En Londres, el rey Carlos III ya sostuvo una reunión con el secretario general de la Mancomunidad, antes de recibir a los altos comisionados de los reinos que ahora dirige como jefe de Estado.
La semana del rey Carlos III comenzó con un viaje a Westminster Hall donde ambas Cámaras del Parlamento expresaron sus condolencias. Luego, el monarca junto a su esposa Camilla volaron a Edimburgo, para dirigirse al Palacio de Holyroodhouse.
La ruta continuó hacia la Catedral de St. Giles para un servicio de oración y reflexión al que asistirán el rey y la reina consorte, así como miembros de la familia real y una congregación compuesta de todos los sectores de la sociedad escocesa. Dicho protocolo durará 24 horas.