Este miércoles, los Obama volvieron a la Casa Blanca para una ceremonia con aroma a eternidad político- artistíca estadounidense: ya que fueron develados los retratos de la pareja Barack y Michelle, que colgarán en el complejo presidencial.
Este ritual es una tradición desde los tiempos de John Fitzgerald Kennedy, que los mandatarios deben abrir en un signo de deportividad bipartidista las puertas de la Casa Blanca al anterior residente, con el objetivo de colgar el testimonio de su paso por esas habitaciones, independientemente del signo político de cada cual.
Con Trump, eso no sucedió.
“Barack y Michelle ¡bienvenidos a casa!” expresó Biden al principio de su discurso, destacó la integridad y decencia moral de su predecesor, de quien recibió órdenes como vicepresidente, antes de repasar los logros de sus ocho años juntos en la Casa Blanca.
El mandatario también se dirigió a Michelle “Él lo sabe, todos lo sabemos: no podría haberlo logrado sin tu ayuda”
Los Obama volvían a hacer historia, al convertirse en los primeros afroamericanos que entraron en la exclusiva galería de grandes hombres y mujeres.