Una consecuencia más del calentamiento global que estamos viviendo, Alaska vive este año una crisis de incendios en la región sureste donde este tipo de eventos son sumamente inusuales. Pero un par de incendios devoraron bosques y provocaron humo que se extendió hasta la comunidad de Nome, en el mar de Bering.
Tan solo en este 2022 se han registrado 530 incendios en un área que es del tamaño del estado de Connecticut, pero aún falta que llegue lo peor de la temporada y es que aunque se han perdido pocas propiedades, algunos residentes se han visto obligados a evacuar y una persona perdió la vida.
Era un piloto de helicóptero, que el mes pasado su aeronave se desplomó mientras intentaba llevar una carga de equipo para los bomberos.
Los pronósticos a largo plazo muestran un patrón similar al de 2004, en que las precipitaciones de este mes dieron paso a un sistema de alta presión, días calurosos, poca humedad y truenos que provocaron el peor número de incendios en la entidad estadounidense.
La cantidad de terreno incendiado en 2004 es muy similar a la de este año, pero cuando culminó la temporada de incendios el número de kilómetros perdidos fue más de 26 mil.