La noche del miércoles, pese a la incesante lluvia, se llevó a cabo el partido entre Pumas y el Celta de Vigo, en el que quedaron empatados pero los ganadores fueron los aficionados.
Más de 20 mil aficionados fueron testigos del camino internacional de los universitarios, que esta vez recibieron al equipo español. Desde hace 19 años, el césped del Olímpico Universitario no recibía a un club europeo por lo que la fiesta en CU no se hizo esperar.
A pesar de que era un juego amistoso, ambos equipos tomaron este juego con seriedad. Eduardo Coudet mandó al campo a los mejores hombres con los que viajó a México, mientras que Andrés Lillini hizo lo mismo. Fue la noche de debut para Eduardo Salvio, quien aparte estaba celebrando su cumpleaños, en un juego internacional.
El gol de Pumas vino por parte de Diogo de Oliveira, que a los 22 minutos de juego y de cabeza anotó a favor de los auriazules. Aunque el tiempo avanzó, la lluvia no dio tregua y ambos equipos siguieron peleando y a los visitantes les dio frutos porque ya en la recta final de la primera parte Iago Aspas, seleccionado español, anotó el gol de empate.
En la segunda parte, también debutó el portero Gil Alcalá, mientras que por el conjunto español salió Aspas, quien se fue entre aplausos de los aficionados presentes.
Los de casa tuvieron varias oportunidades de ponerse adelante en el marcador, pero no supieron concretar, aunque el Celta también hizo lo suyo, por ejemplo, Gil Alcalá tuvo un buen debut y hasta fue aplaudido por su gente.
Para el final del encuentro, ambos equipos intercambiaron camisetas, disfrutaron de la ovación de la gente y terminaron con la satisfacción de que dieron un buen espectáculo a los espectadores.