Se han filtrado cientos de miles de documentos de Uber que fueron obtenidos por The Guardian y compartidos por un consorcio de medios de comunicación, donde hablar de que al parecer la compañìa de viajes compartidos empleó tecnología secreta para frustrar investigaciones policiales, buscó favores por parte de funcionarios gubernamentales de alto rango e incluso encontró una forma de aprovecharse de los posibles enfrentamientos violentos entre sus conductores y los operadores de taxis.
De acuerdo a informes de los miembros del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, del que CNN no forma parte, renuevan un escrutinio global de los días más controvertidos de Uber entre 2013 y 2017, un periodo que la empresa ha intentado dejar atrás en los últimos años con un nuevo liderazgo.
En ese entonces Uber tenía como CEO a su cofundador Travis Klanick y enfrentó abiertamente a los reguladores y a los taxistas en medio de una campaña de expansión mundial que sucedió sin control alguno.
Parece ser que la empresa habría utilizado un “interruptor de emergencia” para evitar que los datos de la misma cayeran en manos de las fuerzas del orden durante numerosas redadas policiales en varios países, según The Guardian, de forma mucho más amplia de lo que se sabía.
Dicho “interruptor de emergencia” se habría desplegado en seis países, entre ellos Francia, Países Bajos, Bélgica, India, Hungría y Rumania, cortando las conexiones entre las computadoras de Uber en sus oficinas locales y la red principal en la nube de la empresa.
La declaración de Spurgeon al ICIJ dijo que el uso de la herramienta había sido aprobado por los equipos legales y regulatorios de Uber y que nunca fue diseñado o implementado para “obstruir la justicia”.
Otra de las revelaciones es que Uber cultivó vínculos cercanos con Emmanuel Macron, quien en ese momento era ministro de Economía de Francia y se reunió al menos cuatro veces con Kalanick que podía ayudar a realizar cambios en la legislación francesa que fueran favorables para la empresa.
En Rusia también se hizo un esfuerzo que no dio frutos, ya que Uber y Kalanick trataron de acercarse a oligarcas y aliados del presidente de Rusia, Vladimir Putin, de acuerdo con el ICIJ.